JUEVES, 17 DE JULIO DE 2008:
Igual que cada día, hoy me he levantado tomando dos cucharadas de lecitina de soja, y bebiendo varios vasos de agua. Cuando he llegado a mi lugar de trabajo, me he tomado una infusión de té rojo y té verde, con unas onzas de chocolate puro (sin leche) de almendras. A media mañana, me he desayunado mi bocata de queso con anchoas y tomate restregado, en un pan calentado, junto a una cerveza con alcohol. Después me he tomado un café con leche azucarada de bote. Me he dado un pequeño paseo viendo discurrir la vida, mientras me he fumado, sin tragarme el humo un cigarrillo liado en mi máquina de liar, con una mezcla de tabaco de pipa, Black Cherry, y otra mezcla fina de hebra de tabaco para liar de una marca americana, del tipo Burley, mezclado con aromático oriental. Por supuesto, que el cigarrillo no llevaba filtro alguno, con lo que he saboreado el aroma de mi pitillo en toda su extensión e intensidad, pero sin inhalar hacía los pulmones el humo nocivo. Simplemente, me gusta saborear los aromas en el paladar y en el olfato.
Para comer, he utilizado un resto de pisto murciano hecho por mi gran amiga Angy, que he mezclado con unas tres rodajas de cabeza de jabalí, embutido que me gusta mucho, y unas lonchas de jamón. He mezclado también tres zanahorias crudas. Y de bebida agua y un pequeño vaso de vino tinto. Como siempre, dos cucharadas de lecitina de soja, y una manzana de postre. Luego, unas onzas de chocolate puro con almendras, una copa de brandy, junto a una pipa de tabaco.
Esta tarde, cuando despierte, de mi hora sagrada de siesta, me tomaré otro té verde y rojo, y me daré un paseo de dos horas. Después subiré a pié de dos en dos los peldaños de mi edificio, hasta alcanzar el doceavo piso. Me daré una ducha, me tomaré un vaso de bebida de soja, y otro de yogour líquido, junto a dos cucharadas de lecitina de soja. Tal vez, unas onzas de chocolate, una copa de brandy, y una pipa de tabaco, terminen dejándome en ese estado de catarsis meditativa y contemplativa, respecto al resto del Universo. Porque no cabe duda, yo también formo parte de aquel. Y ello sólo, con dejarme arrastrar por la corriente de la vida cotidiana.
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