La escasa pesca del día, el ultimo salmonete vivo de Cala Cortina, no podía satisfacer el hambre producida por un largo día de pesca sin pescar. Así que me abrí una lata de sardinas, que junto a una ensalada de tomate, cebolla y aceitunas rellenas, junto a unas zanahorias crudas, con un postre de manzana, chocolate y tortas valencianas, completaron mi única comida del día. Pues desde que desayuné dos vasos de yogour líquido, y después durante la jornada, cuatro barritas energéticas y dos bebidas isotónicas, no había tomado otra cosa.
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