MIERCOLES 3 DE SEPTIEMBRE DE 2008:
No pude pescar un buen dentón, ni mero, ni pez alguno que diese la talla. Me conformé con sacar dos corvinas de casi medio kilo cada una y dos pequeñas lechas, también llamadas peces limón por el característico color amarillo verdoso que tienen bajo el agua. Estas lechas, asadas en el microondas, fueron mi comida del día, junto a una ensalada de tomate, cebolla, atún, pepino y aceitunas rellenas. Lo acompañé todo con tres zanahorias crudas, dos cervezas sin alcohol, y un vaso de vino tinto. De postre manzana y unas onzas de chocolate con tortas valencianas. El desayuno consistió en los dos vasos de yogour líquido hecho al microondas. Durante la jornada de seis horas dentro del agua buceando, tan solo comí tres barritas energéticas y una bebida isotónica, además de abundante agua. No pudo haber cena, pues terminé de hacer mi única comida del día a las once de la noche. Despues, un reparador sueño de diez horas, completó la dieta saludable: ejercicio a mogollón, comida frugaz a base de pescado y fruta, y yogoures líquidos con lactobacilus. Sencilla dieta mediterranea, al alcance de todos, sin olvidar el mayor ingrediente: el ejercicio físico. ¿O no?.
No pude pescar un buen dentón, ni mero, ni pez alguno que diese la talla. Me conformé con sacar dos corvinas de casi medio kilo cada una y dos pequeñas lechas, también llamadas peces limón por el característico color amarillo verdoso que tienen bajo el agua. Estas lechas, asadas en el microondas, fueron mi comida del día, junto a una ensalada de tomate, cebolla, atún, pepino y aceitunas rellenas. Lo acompañé todo con tres zanahorias crudas, dos cervezas sin alcohol, y un vaso de vino tinto. De postre manzana y unas onzas de chocolate con tortas valencianas. El desayuno consistió en los dos vasos de yogour líquido hecho al microondas. Durante la jornada de seis horas dentro del agua buceando, tan solo comí tres barritas energéticas y una bebida isotónica, además de abundante agua. No pudo haber cena, pues terminé de hacer mi única comida del día a las once de la noche. Despues, un reparador sueño de diez horas, completó la dieta saludable: ejercicio a mogollón, comida frugaz a base de pescado y fruta, y yogoures líquidos con lactobacilus. Sencilla dieta mediterranea, al alcance de todos, sin olvidar el mayor ingrediente: el ejercicio físico. ¿O no?.
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