31 DE AGOSTO DE 2008:
Cuando, por fin, llegó el último día del malicioso mes de agosto para quienes, por desgracia, habitamos La Manga, durante todo el año y no buscamos este lugar voluntariamente, sino que forma parte de la necesidad de habitar donde únicamente tenemos un techo y a donde hemos sido desterrados. Yo espero que, todos los veraneantes se marchen felices y contentos y hartos de La Manga, para no volver hasta que pase un año, y con suerte no me encuentran otra vez en esta ratonera llamada La Manga. Mi comida de ese día ha sido de repitajos sobrantes de días anteriores.
Mi gran amiga Angy, se preocupó de que ese día no faltasen suculentos platos a la mesa. Restos del asado de solomillos de pollo al microondas, junto con una cazuela de barro sacada del congelador con un delicioso plato de calabacines, mezclados con jamón, y bechamel, una ensalada de tomate, cebolla y pepino, fueron la comida del día. De postre sandía y crepés de chocolate hechos en el microondas. Por la tarde, te con crepes de chocolate. Y por la noche, de cena, dos vasos de yogour hecho en el microondas.
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