La comida principal de hoy, a falta de sardinas en la megasuperficie, ha consistido en una dorada de ración, asada con unos granos de sal en el microondas. En solo siete minutos, tenía mi dorada asada y riquísima. Acompañada de una ensalada de tomate, cebolla y aceitunas rellenas. Una cerveza sin alcohol y un vaso de vino tinto. De postre una manzana y después un trozo de plunkake. Por la tarde, igual que cualquier otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario