domingo, 10 de agosto de 2008

UN DOMINGO EN LA PAMPA ARGENTINA.


DOMINGO 10 DE AGOSTO DE 2008:
Después de 10 horas durmiendo, tras una larga jornada de pescasubmarina del día anterior, hoy he desayunado un café con tostadas de mantequilla y mermelada. Después, a las tres de la tarde, me he ido, acompañado de mi amiga, a un restaurante argentino aquí en La Manga. He tomado el menú del día, en el que por sólo 15 euros, te sirven, ensalada, bebida, un plato con diversos tipos de carne, pollo, ternera, cerdo, cordero y bisonte, todas ellas asadas al estilo argentino de la Pampa, más pampera. Se toma después de haber rociado las carnes asadas con la salsa que te ponen. Dicha salsa, al sabor consiste en unas pochadas de cebolla, pimiento asado, y aceite. Nada de vinagre. Yo esperaba vinagre, pues en otros lugares argentinos, suelen mezclar la carne con salsa avinagrada con aceite. La diferencia con respecto a esta de hoy, es que la avinagrada, lleva los ingredientes cortados en trozos chicos, pero todos crudos, pimiento, cebolla, tomate, etc. Mientras la salsa de hoy para aderezar las carnes asadas, todo ello es pochado en la sartén con aceite. Incluso el mismo aceite es el de pochar, cebolla, pimiento. También lleva algo de pimienta y sal. Pero muy poca.
He de decir que, la carne estaba muy bien cocinada, aunque algo dura, pero que el cuchillo afilado ha hecho milagros cortando, junto a una buena dentadura. Asimismo, estaba rica, acompañada de unas patatas fritas.
En resumen, hoy, al menos, nos hemos ahorrado el tener que lazar la vaca o el toro, antes de cocinarlo y comerlo, pues todo nos lo han servido ya hecho. Incluso el postre, un rico flan al estilo pampero, y un café también argentino. De beber, cerveza. Aunque, después he comprendido que a la carne le pega un buen vino, mejor que una cerveza.
Por la tarde, el te, los yogoures y demás, como todos los días.

SÁBADO 9 DE AGOSTO DE 2008:
La comida, del día de pesca, igual que todos los días de pesca. Excepcionando, unas tostadas de mantequilla mermelada, en vez de las habituales tortas valencianas con chocolate, que suelo tomar, mezcladas con la bebida de soja y el yogour líquido. Pero, no tomaré más tostadas los próximos días de pesca, pues parece ser que la mermelada o la mantequilla, hacen estragos en el sufrido estomago, y al final he tenido que salir del agua para evacuar los intestinos, aún habiéndolo hecho previamente en casa, en una playa o cala que he encontrado, a la que sólo se podía llegar en barco, con aletas nadando como yo, o descolgándose por la pared del alto acantilado, pues he observado que había una cuerda con nudos. Pero lo cojonudo de la cuerda, no es bajar por ella, sino tener huevos para subir después por ella. El estomago ha estado engañado durante la larga jornada de 6 horas castigando aletas de bucear duras, con unas barritas energéticas y bebidas isotónicas, más agua. Luego por la noche, a las doce de la madrugada, la única comida del día, una ensalada de pasta, hecha integralmente por mi amiga, ha repuesto las energías gastadas haciendo deporte. Vendría luego, una larga noche de 10 horas durmiendo, para terminar de reponer todas las energías.

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